Últimas obras (2004-2006)

Durante este año, en efecto, y después de haber aprendido durante el anterior los rudimentos del trabajo con ordenador y del programa Photoshop, realiza los experimentos y las primeras obras que constituirán el último giro de su trayectoria artística. Seis de la serie “El paso del tiempo” verán la luz en la exposición que, junto a otros tres artistas -Vicente Cardá, Luz Darriba y José Antonio Navalón- y titulada “4x4”, tendrá lugar en octubre en La Factoría del Perro Verde (ubicada en la madrileña calle de San Pedro). La exposición no tuvo catálogo. Estas obras verán la luz, gracias a la mediación de su marido, en una publicación póstuma: en el Cuaderno de Color de Telos (nº 73, 2007), una revista de la Fundación Telefónica dedicada a las nuevas tecnologías y su impacto social que incluye un cuaderno con obras de arte que, o bien reflexionan sobre el tema de la revista, o bien se valen de esas tecnologías como medio de expresión. La casualidad ha querido que el Cuaderno de Color en el que ha aparecido la obra de Pilar haya sido el último publicado por dicha revista, pues ha cambiado de formato, lo que le otorga una carácter histórico.

Su corazón empieza a dar síntomas de fatiga y cada vez pasa más tiempo en casa, trabajando en el ordenador, sin ir al estudio. Lo cierto es que la nueva técnica se lo permite. Pero también lo es que cada vez se cansa más y que el aumento de la medicación, sobre todo de los anticoagulantes, le provoca pérdidas de memoria. A lo que se suman los cuidados que exige su tía y madrina, Catalina, aquejada de senilidad, espejo en el que mirarse y anticipo, por medio de alguien de la generación anterior, de la etapa en la que entra su vida. El paso del tiempo y precisamente la memoria –familiar a la vez que colectiva- se convierten así en los temas de esta última fase, y la tía Catalina, en protagonista de varias de ellas.

Tres de las obras de “El paso del tiempo” participan además en la que ha sido su última exposición, una colectiva itinerante que tiene su primera parada a principios de ese año en el Centro Cultural de las Artes de Alcorcón: “Eva: desde Marilyn a Madonna”.

El 2 febrero Pilar se somete, dieciocho años después de la primera, a una segunda operación de corazón en la Clínica Montepríncipe (Boadilla del Monte). De nuevo, entre las opciones que se le ofrecen, escoge la más novedosa y arriesgada pero la que le garantiza una mayor calidad de vida en los años venideros. La operación, de casi cinco horas, en la que esta vez le cambiaban tres válvulas, concluye bien, según informa el cirujano. Pero una hora más tarde, en la UVI, durante el postoperatorio, se presentan unas complicaciones. Pilar no resiste este segundo envite y fallece a medianoche.

El día 4 por la mañana es enterrada en el cementerio de la Almudena, según era su deseo.