Primeras obras y etapa pictórica (1963-1990)
LOCAL DE LA CALLE OBISPO DE LOS COBOS, 14 (Úbeda, individual, del 21 al 27 de septiembre de 1964):
Anselmo de Esponera en Úbeda (nº 131, 15 de octubre de 1964, p. 2)
Pili Lara –de cuyo arte nos ocupamos en nuestro número anterior- ha ratificado plenamente con su obra expuesta nuestro pronóstico. Sabe pintar. Ya es. Pasada su fase de promesa, de joven promesa, su orto brillante se ha iniciado.
GALERÍA ORFILA (Madrid, individual, del 2 al 18 de diciembre de 1982):
Mario Antolín en Ya (24 de diciembre de 1982, p. 33)
Artista desconocida para mí. Pilar Lara presenta en Orfila una deliciosa serie de obras, plenas de gracia y de frescura, de espontaneidad y de equilibrio que he recibido con auténtica sorpresa. No es una pintora al uso, más o menos sujeta a ligaduras académicas o a envejecidos movimientos vanguardistas, sino una pintora con personalidad propia y con enormes posibilidades de llegar a ocupar un sitio destacado dentro de la actual pintura española. Suelta de dibujo, alegre de color, aguda de intención y madura de oficio, Pilar Lara se apunta un claro éxito en esta primera exposición individual, que la galería Orfila ha tenido el acierto de presentar.
Crítica anónima en el ABC (diciembre de 1982)
Entre vivísimos colores y formas delimitadas por líneas que delatan un complejo juego […]. El erotismo es, por su predominio, tema central en esta exposición […]. Tras una dilatada y fundamental dedicación al óleo, la artista arribó a los grabados hace poco más de un año. De clara vocación por el formato grande, los detalles que ultiman el cuadro le pillan a Pilar Lara un poco de refilón. “Son –afirma- secundarios”. No en vano huye de formalismos, ortodoxias y escuelas para caminar tras las huellas de su propia espontaneidad pictórica. [El autor destaca la influencia expresionista]. De “figurativa, pero no realista” define Pilar Lara su propia obra.